En los últimos años en repetidas ocasiones hemos visto, oído y leído acerca de la importancia de la prevención y la detección precoz del cáncer de piel.
Desde Médicis nos unimos a la causa e insistimos siempre en la importancia de hacerse revisiones dermatológicas de forma periódica y acudir al dermatólogo ante la mínima duda para descartar la malignidad de cualquier lesión y, en caso de ser así, poder detectarla y tratarla a tiempo.
Según datos de la AEDV (Academia Española de Dermatología y Venerología), la incidencia de melanoma en España es de 9,7 por cada 100.000 personas al año (lo que supone alrededor de 4.000 nuevos casos). Respecto al cáncer cutáneo no melanoma, esta es de 160 casos por 100.000 habitantes al año.
Aunque el cáncer de piel es más frecuente en mayores de 50 años, cada vez se diagnostican más casos en personas jóvenes por los hábitos poco saludables de exposición solar intensa en cortos periodos.
¿Pero qué hacer si nos han diagnosticado cáncer de piel?
Esa es la gran pregunta que muchas veces no sabemos cómo responder.
Los estudios por imágenes se llevan a cabo para crear imágenes del interior del cuerpo. Se usan para determinar la propagación del melanoma, pero no se requieren para personas con melanomas en etapa inicial, los cuales no son propensos a haberse propagado. Estos estudios también se pueden hacer para ayudar a descubrir cuán bien funciona el tratamiento o para identificar signos de que el cáncer ha regresado después del tratamiento.
Desde el Centro Médicis trabajamos en el apoyo de dichos diagnósticos a través de distintas pruebas:
TC (tomografía computarizada): Este estudio puede ayudar a mostrar si cualquier ganglio linfático está agrandado o si órganos, tal como los pulmones o el hígado tienen manchas que podrían deberse a la propagación del melanoma.
Imágenes por resonancia magnética: Mediante un imán y ondas de radio se crean imágenes de partes internas del cuerpo. El gadolinio es una sustancia de contraste que hace que las células malignas sean más visibles.
Por último destacar que dos de cada diez pacientes diagnosticados de cáncer de piel no melanoma se vieron afectados por un segundo cáncer y, de éstos, el 44% fueron detectados en los dos años posteriores al primer diagnóstico.
El seguimiento del cáncer de piel permite detectar recaídas en casi el 80% de los casos.