El ejercicio es imprescindible para evitar el dolor de espalda de los niños.
Son muchos los mitos que existen, sin un respaldo científico, en torno a las patologías, lesiones o “malas posturas” de la espalda de los más pequeños.
No hay una postura de la espalda “normal”, desde un punto de vista patológico. El grado de curvación, aun dentro de los parámetros “convencionales”, puede variar en función de la edad o si existe una diferencia de longitud de las piernas. Los niños crecen y las curvas de la espalda alcanzan los parámetros normales adultos. Algunas que, a priori, son llamativas en un menor, pueden normalizarse con el paso del tiempo.
El peso de la mochila
En la comunidad escolar surge siempre la misma pregunta: ¿una mochila pesada puede provocar desviaciones de la columna? Aunque es cierto que puede ser perjudicial, e incluso llegar a producir dolores musculares o lesiones específicas, no las causa.
Lo ideal es que el peso de la mochila no sobrepase el 10% o 15 % del peso del niño. Se recomiendan bandas axilares anchas, que el contacto con la espalda esté almohadillado y compartimentos para distribuir el peso, además de amarre en la cintura.
En caso de que aparezcan molestias, no deben minusvalorarse. En general, las desviaciones en la espalda no causan dolor, y si los niños lo manifiestan, quizás exista un proceso subyacente que debe analizarse. Hay que vigilar los dolores que aparecen o aumentan de intensidad durante la noche.
Deporte y cambio de postura
Algo que preocupa son las “malas posturas” que adoptan muchos niños cuando leen, ven la televisión o juegan con las consolas. En general, se sientan en posición “india”, con el cuello flexionado y el tronco inclinado hacia adelante. Esta postura no es perjudicial en sí misma, ni provoca alteraciones del eje de la columna. Sin embargo, si se mantiene durante muchas horas, puede producir sobrecarga muscular, articular e incluso discal y con ellas, dolor.
Por ello, es recomendable cambiar de postura cada cierto tiempo y hacer deporte de intensidad leve-moderada. Eso es suficiente para prevenir los dolores de espalda infantiles.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que, en el caso de gimnastas o de personas que practican deportes de contacto, pueden aparecer dolores en la zona lumbar baja. Muchas veces, se relacionan con la espondilolisis, roturas o fracturas provocadas por una sobrecarga vertebral. Su curación es sencilla, salvo excepciones. Se recomienda reducir la actividad deportiva, siendo excepcional el tratamiento quirúrgico.
Prevención y un buen diagnóstico
El esfuerzo deportivo debe ser de intensidad adecuada, ya que son comunes las lesiones, de columna o extremidades, por exceso de entrenamiento. Hay una tendencia generalizada a volver a entrenar cuanto antes. Esto puede causar a los niños secuelas y lesiones irreversibles.
Los menores deben practicar deporte y adquirir hábitos saludables, pero siempre dirigidos por profesionales capacitados.
Además, ante cualquier dolencia, tanto por la práctica deportiva o durante el proceso de crecimiento, es clave un diagnóstico adecuado. En el Centro Médicis contamos con el Dr. Ángel M. Hidalgo, especialista en cirugía ortopédica y traumatología. Más de 20 años de experiencia en procesos vertebrales, como patología lumbar, problemas cervicales y deformidades del niño y del adulto son el mejor aval para confiar en él la salud de nuestras espaldas.